La pareja compartió uno de los mejores de sus vidas junto a familiares y amigos, abandonando el recinto de su boda con la esperanza de formar una nueva vida, algo que ha sido destrozado por los terribles actos de una conductora en estado de ebriedad.
Novia muere el día de su boda y novio sufre severas lesiones. El trágico accidente cobró la vida de Samantha Miller, de 34 años, residente de Charlotte, North Carolina, quién murió al dejar la recepción de su boda en un carrito de golf junto a su esposo. Aric Hutchinson, su esposo, sufrió severas lesiones y se encuentra hospitalizado.
La familia de Hutchinson creó una página GoFoundMe para recolectar dinero que pueda ayudar con los costos del hospital y el funeral de Miller. En un comunicado en la misma página, la madre de Hutchinson escribió “Sostengo el anillo de boda de mi hijo en una bolsa de plástico, pensando que tan solo cinco horas antes Sam lo puso en su dedo mientras leían sus votos. Aric ha perdido al amor de su vida”.
También mencionó que su hijo se ha sometido a cirugía reconstructiva y ha enfrentado una recuperación larga para estar saludable. Hasta este martes por la mañana, la página recaudó más de 385mil dólares para apoyar a la novia y su familia.
El fatal accidente ocurrió a las 10 de la noche en Folly Beach, esto de acuerdo a informes de los investigadores del caso. Datos recuperados sobre el coche de alquiler que manejaba la conductora ebria, identificada como Jamie Lee Komoroski, de 25 años, indicaban que se encontraba conduciendo a 65 millas por hora y solo piso brevemente el freno antes de estrellarse contra el carrito de golf en el que viajaban los novios.
Komoroski fue acusada por homicidio imprudente y tres cargos de delito grave por conducir en estado de ebriedad. Los pasajeros del auto que conducía al momento del accidente DUI también fueron hospitalizados.
Este trágico accidente por conductor ebrio no solo cobró la vida de una mujer admirable, si no las esperanzas y sueños de una pareja que planeaba un futuro lleno de amor juntos. Nuestros pensamientos y plegarias están con los familiares y amigos de las víctimas.
Una muerte por negligencia es una experiencia desgarradora y traumática que no solo afecta a las víctimas de forma emocional, sino también de forma financiera, generando horribles cargas financieras. Si ha experimentado la muerte injusta de su ser querido, no está solo.
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